Cuáles son las regulaciones sobre el alquiler vacacional en España

Sanahuja MirandaDerecho inmobiliarioLeave a Comment

Regulaciones alquiler vacacional

A pesar de ser una asignatura pendiente en España, el alquiler vacacional cuenta con regulaciones y vías judiciales que pueden resultar en desalojo.

El auge del mercado inmobiliario en España, el crecimiento económico general y la irrupción de plataformas online de gestión y reserva de alquileres turísticos son algunos de los motivos por los que el alquiler de la vivienda vacacional vive en España su particular burbuja desde hace unosaños.

Este hecho, sumado a la condición de nuestro país como destino turístico atractivo, ha provocado la entrada en el mercado del alquiler vacacional de muchos propietarios de viviendas que hasta ahora sólo optaban por el alquiler tradicional.

En auge y sin frenos

El negocio de la vivienda turística es una realidad. Madrid genera más de 80 millones de euros sólo en alquiler de habitaciones a través de estas plataformas. Por su parte, Barcelona, pese a haber puesto coto a este tipo de arrendamientos, factura 144 millones de euros, según Urban Data Analytics.

De momento, y a pesar de que se han tomado distintas medidas para conjugar la vida de los locales y los turistas en ciudades como Madrid, Barcelona, Ibiza o Valencia, todavía hay mucho camino por recorrer en lo que a la regulación respecta. Esto es algo que también demandan los vecinos y residentes de las zonas afectadas, ya que en muchas comunidades de vecinos la convivencia se ha visto afectada por la frecuente llegada de turistas.

Rentabilizando la inversión

El alquiler turístico se trata de una operación económica realmente rentable, mucho más que el alquiler tradicional. El problema surge cuando el desempeño de esa actividad no cumple con todos los requisitos legales, desde las obligaciones fiscales hasta las licencias turísticas y pasando por el ocultamiento al propietario del piso de esa actividad de subarrendamiento por parte del inquilino. Este es el principal motivo por el que esta explotación ilegal se haya convertido en una fórmula sencilla para el arrendatario “B” y difícil de comprobar para el auténtico dueño del piso.

A pesar de esto, se puede iniciar un proceso judicial para conseguir el desalojo del arrendatario del piso, para lo que será necesario contar con pruebas de la actividad delictiva que se está cometiendo en la vivienda.

Muchos motivos, pocas medidas

Pocos son los que conocen la cantidad de infracciones que se están infringiendo al subalquilar una o varias habitaciones de la casa a turistas. Por eso, muchos de los que realizan esta actividad no piensan en que al no declarar los beneficios obtenidos a Hacienda no se está respetando el contrato con el arrendador y, además, se está llevando a cabo una explotación turística sin ningún tipo de licencia.

Todos estos motivos están desembocando en medidas por parte de los diferentes ayuntamientos para tratar de regular esta situación, especialmente en autonomías como Baleares, Canarias, La Comunidad de Madrid, Catalunya o La Comunidad Valenciana. Medidas que por otro lado también afectan a hoteles, empresas turísticas, sector servicios…

La prueba y la vía judicial

Una vez que el dueño del inmueble descubre el fraude puede hacer una petición verbal al inclino para que abandone el piso. Si esta propuesta cayese “en saco roto”, se debería iniciar la vía judicial. Para este proceso necesitamos demostrar ante un juez el hecho con el mayor número de pruebas posible.

A pesar de que puede parecer sencillo, es importante obtener las pruebas para demostrar la doble infracción que están cometiendo los arrendatarios, tanto por el subalquiler como por la explotación sin licencia de la vivienda con fines turísticos.

El apoyo del portero de la vivienda, los vecinos, incluso vecinos colindantes podrá ser de mucha ayuda en este proceso. Sin embargo, no es habitual conseguir sanciones más allá del proceso de desalojo.

Los daños colaterales

Como en otros muchos servicios del sector turístico en España, esta actividad también tiene una gran repercusión sobre quienes no comparten esta explotación ilegal de la vivienda. En este caso hablamos de los vecinos y negocios cercanos. Y es que uno de los motivos por los que más casos de alquiler ilegal de casas se descubren es gracias a los vecinos.

Una explotación exagerada, ilegal y mal gestionada puede ocasionar problemas de higiene, de habitabilidad, de ruido y suponer un desgaste excesivo de los elementos comunes. Y esto es lo que hace que muchos vecinos sean los que informen a los propietarios de los pisos alquilados de la situación de sus pisos.

 

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